San Miguel de Elexabeitia (Artea) es una de las dos iglesias históricas entre las
que se reparte la feligresía del pequeño municipio de Artea
y, como su propio nombre sugiere, está situada en un breve
llano en fondo de valle, a la orilla del arroyo de Larrueta, que
poco más abajo entrega sus aguas al río Arratia.
Es un edificio modesto en sus dimensiones y materiales
constructivos, como corresponde a un templo que servía a una
comunidad rural de tan solo treinta familias de labradores,
entre los que ni siquiera sobresalía el propietario de la iglesia:
el vecino solar de Elexabeitia. Sin embargo, a pesar de sus
limitados recursos, ha sabido crear una arquitectura singular
en la que se mezclan antiguas tradiciones locales con las
influencias aprendidas de otras culturas, y que tiene su principal
atractivo en sus estructuras de madera.
que se reparte la feligresía del pequeño municipio de Artea
y, como su propio nombre sugiere, está situada en un breve
llano en fondo de valle, a la orilla del arroyo de Larrueta, que
poco más abajo entrega sus aguas al río Arratia.
Es un edificio modesto en sus dimensiones y materiales
constructivos, como corresponde a un templo que servía a una
comunidad rural de tan solo treinta familias de labradores,
entre los que ni siquiera sobresalía el propietario de la iglesia:
el vecino solar de Elexabeitia. Sin embargo, a pesar de sus
limitados recursos, ha sabido crear una arquitectura singular
en la que se mezclan antiguas tradiciones locales con las
influencias aprendidas de otras culturas, y que tiene su principal
atractivo en sus estructuras de madera.
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