miércoles, 20 de abril de 2011

Coprino antialcohólico

Este coprino está lejos de tener el sabor exquisito de la barbuda (Coprinus comatus) y. además, su consumo requiere ciertas precauciones.
No se deben recoger más que los ejemplares jóvenes, cuyo sombrero no presente el menor signo de licuefacción   (se va licuando desprendiendo un líquido negro). Además, es curioso, la ingestión de vino o cualquier bebida alcohólica, ligada a la degustación de éste coprino, puede provocar una intoxicación de efectos espectaculares, con congestión de cara y tórax, palpitaciones, ahogo, etc.


Coprinus atramentarius
(Urkiola, 13/4/2011)

Un único vaso de vino o de cerveza basta en ocasiones para que no sólamente la nariz, sino también la cara ,se enrojezcan. Afortunadamente, estos problemas, por lo general sin consecuencias, desaparecen espontánea y rápidamente. lo más sorprendente es que no se manifiestan solamente después de la ingesta simultánea de alcohol y coprinos. El hecho de beber unos días después de haberse regalado un plato de estos hongos puede producir los mismos efectos.
En ciertos casos, el intoxicado presenta problemas cada vez que consume alcohol, y esto durante muchos meses.
El principio tóxico es la coprina, cuyos efectos son muy similares a los provocados por el disulfiram (antabus), utilizado en otro tiempo en las curas de desintoxicación de alcohólicos.

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