lunes, 24 de mayo de 2010

Paseos a todo color


Si todo depende del color con que se mire, esta propuesta seguro que os gustará a todos. Da igual si sois de naranja, limón, negro gótico o rosa fresita. Todos ellos y muchos más se juntan y revuelven en un fresco callejero que da alegría y colorido a las paredes del Casco Viejo vitoriano y conforman una de sus rutas artísticas más animadas. Un itinerario muralístico de tamaño gigante compuesto por cuatro fachadas que pueden visitarse y admirarse a cualquier hora del día o de la noche. Por facilidades no será.
Para conocer el origen de esta iniciativa que, poco a poco, está convirtiendo las paredes de la almendra medieval en una obra de arte al aire libre, nos trasladamos a la plaza de las Burullerías, frente al Portalón. Desde 2007 luce una pintura donde, al recrear sobre el ladrillo telas de brillantes colores, se recuerda que, antiguamente, este recinto fue el lugar donde los burulleros comerciaban con todo tipo de textiles.

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