Muchos italianos y turistas se suman a un pacto de amor cerrando un candado con las iniciales de ambos en la barandilla de un puente , para luego arrojar a las aguas del río la llave, como metáfora de eternidad. ( ¡ ahh l’amore !).
Al ver éstos en Venecia, recordé el poema de Mario Benedetti.
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