martes, 22 de junio de 2010

El bardo


José María de Iparragirre nació en Villarreal de Urretxu, Guipúzcoa, el 12-8-1820, y falleció el 6-4-1881 en Ezkioga-Itsaso (Guipúzcoa), a la edad de 61 años.
Fue un conocido poeta y músico popular. Tuvo una vida bohemia y aventurera que le sirvió para que le apelaran de bardo, imagen que apoyaba con una inseparable guitarra y la improvisación de cantos y versos; fue un gran ¨bertsolari¨. Su obra, escrita mayoritariamente en euskera (aunque también escribió en español, francés, inglés e italiano), recoge algunas de las canciones más significativas y populares de la actualidad. Destaca ¨Gernikako arbola¨ que es su himno más conocido.
Vivió en pleno romanticismo, del que es un claro hijo y ejemplo, durante un período muy convulso de la historia de España, con el estallido de las Guerras Carlistas, y la abolición de los fueros y privilegios del antiguo régimen.
A los 14 años se escapó de la casa de sus padres, en Madrid, para alistarse en las filas carlistas, en el primer batallón de Guipúzcoa.
Fue herido en una pierna, en la batalla de Arrigorriaga (1835), cuando tenía tan sólo 15 años, y después se incorporó a la compañía de alabarderos de D. Carlos.
Terminada la guerra, cuando tenía 19 años, se marchó al exilio, sumándose en 1848 a los revolucionarios franceses que derrocaron la monarquía de Luis Felipe de Orleans. Pero, cuando Napoleón III dio el golpe de estado, Iparraguirre fue expulsado de Francia por subversivo y recorrió media Europa con una compañía teatral para ganarse la vida.
En 1853 se acogió a un indulto y volvió a España, en donde compuso el Guernikako Arbola, un zortziko que interpretó por primera vez ese mismo año 1853 en el Café de San Luis, de Madrid. El himno se hizo popular y llegó al Pais Vasco.
En Bilbao el propio Iparraguirre lo cantó en dos establecimientos de la Plaza Nueva: La Pastelería y el Café de la Iberia, y fue cantado por todos, a veces multitudinariamente con la presencia del propio Iparragirre.
Esto pareció peligroso a las autoridades que consideraron a Iparraguirre un "agitador de masas" y lo desterraron en 1855, acompañado por la Guardia Civil, lo que convirtió en tema de otra de sus populares canciones, Nere amak baleki.
Después de dos años de destierro, regresó a Guipúzcoa, pero enseguida se exilió en 1858, ésta vez, a Buenos Aires.
En 1859 se casó en Buenos Aires, con la guipuzcoana María Ángela de Querejeta Aizpurua, con la que vivió en Uruguay y tuvo ocho hijos, dos varones y seis mujeres (había tenido otro hijo de soltero).
En 1877 regresó a España, dejando a su familia en América.

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