miércoles, 26 de octubre de 2011

Cantabria infinita

Teniendo como campamento base la posada de La Torre de la Quintana (Liendo), hemos pasado un fin de semana tratando de profundizar un poco en la provincia hermana de Cantabria.
Dicen que es infinita, y debe de serlo pues en dos días sólo te da tiempo a ver una mínima parte y no en profundidad; pero nos ha dejado un agradable recuerdo y la intención de volver para seguir conociéndola.
Valle de Liendo
En el cerrado valle de Liendo merece la pena visitar su iglesia, que junto con la de Guriezo, forman un conjunto monumental de grandiosa apariencia. En mi visita sólo pude contemplarla por fuera, ya que se encontraba cerrada.

Junto a la iglesia existe una vieja casuca, "Casa Morante", decirle a Gabi, el propietario, que os saque unos mojojones...os chuparéis los dedos.


Merece la pena visitar la bellísima playa de San Julián, pequeña y escondida cala rodeada de agrestes peñas en las que campa a sus anchas el buitre leonado.



Una visita a Limpias para ver a su Cristo agonizante y de paso tomar un chocolate con picatostes ( yo prefiero los churros) es muy aconsejable.

Por la noche paseo por la Puebla Vieja de Laredo, muy tranquila en éstas épocas, demasiado tranquila tal vez, y es que la crisis se nota en los establecimientos de hostelería.

Y después de cenar a dormir a La Torre de la Quintana, excelente establecimiento hotelero , cuya gerente Mara te atenderá exquisitamente.



Al día siguiente y después de un buen desayuno, estamos preparados para recorrer la parte meridional de la costa cántabra.
Pasado Colindres (al que volveremos con más detenimiento) nos dirigimos dirección Santoña, pasando  por la Reserva natural de las Marismas de Santoña.
Bordeando la costa llegamos por  Helgueras a la playa de Trengandin desde la que divisamos Noja.


 Y no olvides visitar Arnuero. Esta población  atesora un paisaje único de encinares, marismas, acantilados y playas, salpicado de torreones medievales,iglesias, palacios y antiguas infraestructuras hidráulicas. Varios de estos
monumentos están declarados Bien de Interés Cultural y buena parte de su magnífico patrimonio natural forma parte tanto de la Reserva Natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel,
como de la ría de Ajo, ambos propuestos Lugar de Interés Comunitario. Estos parajes fueron además cuna de centenares de canteros, campaneros, retablistas y escultores que intervinieron en proyectos artísticos tan conocidos como El Escorial, la villa ducal de Lerma o la catedral de Salamanca.


Nos acercamos a otro bonito pueblo Isla, con su playa de Quejo.





Isla, en el municipio de Arnuero, ha experimenta en los últimos años una gran transformación, pasando de ser una población costera dedicada eminentemente a la explotación ganadera a convertirse en uno de los centros turísticos más solicitados.

Y desde lo alto divisamos Ajo,el perfil costero de Ajo, en el municipio de Bareyo, constituye el punto más septentrional de la costa de Cantabria (cabo de Ajo) y es un lugar clave de paso para las aves marinas.Los acantilados que se abren al mar desde su faro, rodeado de praderas donde pastan las vacas, dibuja sobre el horizonte, una estampa bucólica que resume la perfecta simbiosis entre el mar y los prados siempre presente en Cantabria.


 

Y mientras vas por la carretera, pasando olímpicamente de la que te dice "recalculando, recalculando", giras a la izquierda y paras a contemplar una auténtica belleza que me cautivó ( el Románico es mi debilidad).


    Santa María de Bareyo


También cerrada, una pena no poder ver su interior y su pila bautismal de gran valor artistico.

Siguiendo las indicaciones del GPS, por carreteras comarcales, pasamos por Pedreña y nos adentramos en la capital Santander. Pero, aconsejado por el amigo Angel Paz de Colindres, nuestro destino no era éste sino La Costa Quebrada, en concreto Liencres y sus urros. Y allí que nos fuimos. El día era veraniego y era gratificante pasear al mediodía por esos parajes, tranquilos ahora, pero imagino que atestados de gente en pleno verano.
















Legada la hora de comer, retrocedemos a Noja, una paella de marisco nos espera en el Restaurante Las Olas, frente al mar.
La costa de Noja, municipio localizado entre la ría de Quejo y la punta del Brusco, se extiende en una sucesión de playas que constituyen la verdadera atracción turística de este municipio: Joyel, con dunas; Ris, muy turística; Noja, con elevados acantilados; Helgueras -Trengandín, gran playa rectilínea
de buenos accesos. Además existen en la zona humedales de gran valor ecológico, lo que justifica su inclusión en la Reserva Natural de las Marismas de Santoña y Noja.

A media tarde volvemos a la tranquilidad y a los verdes de Liendo. Nos esperan unos mojojones en casa Meruelo...

CANTABRIA INFINITA...volveremos.