La puerta de Itxina. Un ojo, fenómeno singular de la erosión karstica del agua sobre la dura roca caliza. Es Atxular atea, por el que entramos al laberinto de Itxina. El paisaje se convierte en el reino de la roca fracturada, las simas, los dolinas entre las que un valiente bosque de hayas sobrevive dando verdor y agradable sombra en primavera y verano.
La senda que atraviesa este Biotopo Protegido del Parque Natural de Gorbea está claramente marcado en las piedras con pintura roja ylos más ecológicos "cairns" (montoncitos de piedras que orientan el camino). Algunos expertos no aconsejan salirse de esta senda con niebla ya que las referencia son siempre iguales, confusas y las simas abundan.
La más famosa es la de Lezabatz de 40 m. de profundidad.
Orientados por los cairns descendemos a la mítica cueva de Supelegor, la morada de Mari.
(Mari: es la personificación de la Tierra, la reina de los genios y de la Naturaleza, esposa de Maju y madre de Atarrabi y Mikelats, personificaciones del Bien y del Mal).
Mari, "la Dama de Anboto", es elegante, omnipotente, viajera, rica, dominadora y cambia de morada cada siete años envuelta en un haz de luz. Una de sus mansiones es la cueva de Supelegor.
Supelegor, además de ser morada de Mari, era hogar de otros númenes como brujas, lamias y diablos, quienes se mostraban en ocasiones en forma de buitres.
Esta circunstancia es orígen de muchas leyendas como aquella que cuenta que el cura de Ipiña (barrio de Zeanuri) invitado por unos pastores practicó un conjuro en Supelegor ya que se decía que alli habitaba un genio capaz de desencadenar tormentas muy dañinas para el ganado y los pastos.
Una vez conjurado aquel genio subterráneo, la sotana del cura se prendió fuego misteriosamente, muriendo al de poco como consecuencia del susto.
...y volviendo sobre nuestros pasos, dejamos atrás, tras pasar de nuevo por Ojo Atxular, la enigmática y misteriosa Itxina.
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