Construido en 1180 (según testimonia la inscripción visible en una de sus vigas), este edificio mudéjar posee cinco naves separadas por pilares sobre los que descansan arcos de herradura. Si bien existe cierto contraste entre la sobriedad del exterior de la sinagoga y su elaborado interior, el edificio presenta no poca austeridad.

Los 32 pilares de este templo son de ladrillo recubierto por cemento y cal. Ornados de piñas y volutas, sus capiteles denotan influencia del arte románico. Por encima de los arcos de herradura prevalece la ornamentación abstracta en frisos horizontales que incluye molduras con delicados motivos basados en la interacción de líneas y medallones. Los entrelazados geométricos formados por las líneas son de origen almohade.
El edificio fue convertido en iglesia en 1411 y, desde entonces, se lo denominó "Iglesia de Santa María la Blanca".
En 1550, el cardenal Siliceo la transformó en un beaterio para mujeres públicas arrepentidas.
Entre 1600 y 1701 el edificio permaneció desocupado. Durante el siglo XVIII fue cuartel de las tropas de la guarnición de Toledo. Con la invasión napoleónica de principios del siglo XIX fue convertido en depósito. A mediados del mismo siglo se lo declaró monumento nacional y, tras la guerra civil española, un real decreto del gobierno lo cedió a la Iglesia Católica.
No hay comentarios:
Publicar un comentario