Todo se mezcla en un mismo espacio. Las hogazas de pan, las pastas de té, los chocolates reposan junto a los cafés, los vinos, los chorizos, las morcillas o las chuletas. Dicho así parece un desbarajuste. Pero no. Todo tiene su sitio.
Y allí se puede comprar el pan y los tomates, los huevos y la carne...y también sentarse a comerlos.De hecho, no es infrecuente encontrar mientras se hace la compra a alguien almorzando con fundamento.
Lo sorprendente es que lo que compras o comes está producido por ellos mismos. No se vende en ningún otro lugar.Sólo aquí. Desde el pan al chocolate, desde el chorizo hasta los puerros. los promotores de la idea resucitaron una vieja granja familiar dando nuevos bríos al abatido mundo del agro vasco.
Novillos que pastan en el Gorbeia, gallinas y txarris en semilibertad, huertas sin pesticidas, frutales, obrador artesano de lomos, chorizos y morcillas, y pastelería con horno de leña.
Un paraíso con cinco mesas para disfrutar de su excelente cocina y una buena oportunidad para viajar a Zeanuri, un pequeño pueblo escondido en los pliegues del Gorbeia.
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