Durante dos días, la plaza de San Antonio de Villasana de Mena se transformó en una gran cocina en la que se escenificó todo el proceso de la matanza tradicional, desde el chamuscado del cerdo hasta la elaboración de morcillas y chorizos
Se trata de una de las ferias de matanza más completas que existen a nivel regional ya que, excepto el sacrificio (que se realizó en el matadero de Villarcayo), se representó la secuencia completa de las tareas que comportaba este ritual gastronómico de carácter familiar.
A través de una rica programación y una cuidada puesta en escena, organizadores y colaboradores mostraron al público asistente todas las fases que comporta la matanza tradicional, desde la preparación de los utensilios y condimentos, hasta el despiece y la elaboración de los productos derivados de la matanza.
Durante toda la representación, hasta los más mínimos detalles del proceso fueron relatados por el locutor Jose Antonio Cayón. Según explicó el cerdo de éste año pesaba 16 arrobas (1 arroba=11,500 kgr.)
Los impulsores del proyecto también han pensado en los más pequeños, para los que se organizaron, entre otras actividades, talleres de ensartado de pimientos o de desgrane de alubias, productos que se cultivaban en la práctica totalidad de los pueblos de la comarca, formando parte del paisaje agrario de los mismos.
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